Están hechas de bronce con aluminio y presentan un error en la fecha de acuñación, pues en lugar de poner 1983 dice 1893, y el número “3” está roto por el troquel.
En la década de los 90, el Banco de México (Banxico) cambió la unidad monetaria y algunas de las piezas que se emitieron en esas fechas aún se encuentran en circulación, son parte de la familia B y tienen características diferentes a las piezas de la familia A.
Están expresadas en “nuevos pesos”, el cual era equivalente a mil pesos de la unidad anterior, por lo que actualmente, algunas monedas de esta familia se encuentran en proceso de retiro y aún valen la denominación que indican.