La historia de Mary Bell, la asesina psicpata de 11 aos
Hoy, aquella nia es una mujer libre. Permanece en el ms absoluto anonimato gracias a una ley que ella misma promovi y que protege la identidad adulta de quienes cometieron crmenes y cumplen su condena. Esa medida se conoce como «la orden Mary Bell».
AGENCIAS
Mary Bell, una nia de apenas 11 aos, golpe la puerta de la casa de la familia de su vecino Martin Brown, de cuatro aos, y pregunt a la madre del nio si poda verlo. La mujer, azorada ante ese pedido, le dijo a la pequea que su hijo estaba muerto. Lo haban encontrado sin vida das antes en una casa abandonada en ese humilde barrio de la ciudad inglesa de Newcastle. Pero la nia, con escalofriante frialdad, replic a la mujer: «Ya s que est muerto. Lo quera ver en su atad».
Mary Bell era la asesina de Martin. Lo haba estrangulado. Y meses despus hara lo mismo con otro chiquito de la zona, Brian Howe, de tres aos. Ella haba ultimado a ambos por aburrimiento, a sangre fra y sin el menor cargo de conciencia.
Corra el ao 1968 y, al conocerse la verdad, la opinin pblica britnica descubri con horror que la maldad, en estado puro, poda anidar en el interior de una nia. Un verdadero monstruo de mirada angelical. Luego se supo queMary Bellhaba sufrido todo tipo de abusos en su infancia y que padeca untrastorno psicoptico.
Hoy, aquella nia es una mujer libre. Convertida en madre y en abuela, permanece en el ms absoluto anonimato gracias a una ley que ella misma promovi y que protege la identidad adulta de quienes cometieron crmenes y cumplen su condena. Todava hoy, esa medida se conoce como «la orden Mary Bell«.
La historia criminal de esta nia criminal parece comenzar con la aparicin del cadver del pequeo Martin Brown en una casa abandonada del humilde y precario barrio de Scotswood, en la ciudad de Newcastle, en el noreste de Inglaterra, el 25 de mayo de 1968. Entonces, nadie sospechaba que haba sido asesinado. Haba salido a jugar a la calle, como tantos otros chicos de la barriada, se perdi, y lo encontraron sin vida.
El nio tena el rostro con sangre y saliva, y un frasco de pastillas cerca de una de sus manos. Podra haber sufrido un accidente, una cada. Pero la autopsia revel que lo haban estrangulado, y le haban pegado un golpe a la cabeza.
Mary Bell. Una infancia en el infierno
Mary Flora Bell naci el 26 de mayo de 1957. El crimen de su pequeo vecino lo cometi un da antes de su cumpleaos nmero 11. Pero posiblemente el origen de esa accin monstruosa e imperdonable se haya macerado lentamente desde los das de su primera infancia.
Como la propia asesina cont aos despus para un libro sobre su vida escrito por la periodista Gitta Sereny, la madre de Mary tena tan solo 17 aos cuando la tuvo a ella, y siempre la consider un estorbo.
Adicta y alcohlica, la mujer intent de diversas maneras deshacerse de su pequea beba. Le suministraba drogas, algo que le provoc una sobredosis al ao de vida y, cuando era un poco ms grande, le mezclaba pastillas en la comida. Tambin, los tabloides de la poca, revolucionados por este caso, aseguraban que Betty haba arrojado una vez a su hija desde la ventana, provocndole un fuerte golpe en la cabeza.
Pero eso no fue todo. Consumida por su adiccin, Betty se volc a la prostitucin, y haca participar a Mary Bell, de apenas cinco aos, de sus encuentros sexuales. La madre la entregaba al mejor postor. As fue como un pedfilo abus de ella cuando la nia tena tan solo ocho aos de vida.
Ante tales aberraciones, Mary Bell se volvi inexpresiva y taciturna. Y comenz a ejercer actos de crueldad. Torturaba a los animales del barrio y una vez una maestra de su escuela evit que estrangulara a un compaerito de clases.
Luego de la muerte de Martin, sucedi el episodio en el queMary Bellvisit a la mam de su vecino y le pidi ver su cadver. Entonces, Mary ya se encontraba acompaada de su amiga Norma, curiosamente tambin de apellido Bell, pero sin parentesco, una menor de 13 aos que la segua a todas partes, y le haca la segunda en sus canallescos actos, que consistan bsicamente en maltratar, amenazar y golpear a los otros chicos del barrio.
Un da, ambas ingresaron a una guardera en Scotswood, destrozaron varias cosas del lugar y dejaron una nota autoincriminatoria sobre la muerte de Martin que nadie en ese momento tom en serio. «Yo asesin… as que volver a hacerlo», deca el papel hallado por la polica.
El segundo crimen
El 31 de julio de ese mismo ao, otro nio de la localidad apareci muerto en un terreno baldo: Brian Howe, de tres aos, vecino de la misma calle Whitehouse donde viva Mary Bell. Sali a jugar y no regres. Su familia encendi la alarma hasta que lo encontraron. Esta vez no haba dudas: lo haban asesinado.
Al menor lo estrangularon, tal como a Martin y tena adems una letra marcada en el vientre con una hoja de afeitar -en principio pareca una «N» que fue modificada para ser una «M». Adems, con una tijera le haban cortado mechones de pelo y le hicieron cortes en las piernas y en los genitales.
La actitud sospechosa de las dos nias tras el crimen alert a la polica, que puso la vista sobre ambas. La hermana de Brian, el menor asesinado, asegur adems que Mary Bell le haba dicho a ella donde podan encontrar a su hermano cuando todos los vecinos estaban an en plena bsqueda.
En el primer interrogatorio que les realiz el detective local James Dobson, las dos muchachas respondieron con evasivas y contradicciones. Mary se mostr fra y manipuladora, pero cometi el error de mencionar las tijeras como el arma con el que hirieron a Brian, cuando nadie se lo haba dicho.
Ms tarde, cuando Dobson observ que Mary Bell se paraba en el frente de la puerta de la casa de Brian y haca bromas a los familiares, o se pasaba el tiempo frotndose las manos y sonriendo, volvi a la carga y las detuvo a las dos. En la estacin de polica de Newcastle West End ambas fueron encerradas y, desde cada una de sus celdas, se gritaban insultos y acusaciones.
Finalmente, Mary Bell confes. Cont que haba cometido los crmenes. «Lo hice nicamente por el placer y la emocin de matar», dijo, sin mostrar el mnimo grado de arrepentimiento ni empata.
Norma, que permaneci tambin detenida a la espera del juicio que atravesaran ambas, tambin declar lo que le relat su amiga el da de la muerte de Brian: «Apret su pescuezo y presion sus pulmones, as es como lo mats».
Juicio aMary Bell y cadena perpetua
El 5 de diciembre de 1968, comenz el juicio contra las dos menores. Norma se quebr en un par de oportunidades, pero Mary Bell siempre estuvo impasible. Daba respuestas astutas y desafiantes. Por las pruebas presentadas y su propia confesin (aunque no fue en sede judicial), la nia no tuvo muchas oportunidades de obtener la absolucin.
Fue condenada pocos das despus, el 17 de diciembre, a cadena perpetua por el cargo de homicidio de los dos menores, aunque la condena fue, de acuerdo con lo que indic el jurado, la de «homicidio involuntario por motivos de responsabilidad disminuida». La crnica de la sentencia publicada en el diario britnico The Guardian daba cuenta de que la nia, por primera vez, se ech a llorar cuando escuch su sentencia.
El juez Cusack seal entonces que Mary Bell era peligrosa, y que haba «un riesgo muy grave para otros nios si no se la vigilaba de cerca». «Tengo poder para ordenar una pena de prisin y me parece que ningn otro mtodo para tratar con ella en las circunstancias es adecuado», aadi el magistrado.
Casi como para reconfirmar la opinin del juez, la propia Mary Bell haba declarado en el juicio que le gustaba «herir a los seres vivos, animales y personas que son mucho ms dbiles que yo, a los que no se pueden defender».
David Westbury, psiquiatra del Ministeriodel Interior de Gran Bretaa seal en el juicio que la nia tena un trastorno psicoptico y que necesitaba un perodo de tratamiento que poda durar «varios aos».
Norma, en tanto, fue declarada inocente. El jurado consider que haba actuado bajo la influencia de su amiga que, aunque era dos aos menor que ella, la poda manejar a su antojo.
Encierro y libertad
Mary Bell fue enviada a una escuela reformatorio en Lancashire. Luego pas por otros centros similares. En 1977, ya con 20 aos, la muchacha volvi a salir en las tapas de los tabloides al saberse que se escap de la prisin de baja seguridad de Moor Court para pasar la noche con dos jvenes.
El 14 de mayo de 1980, Mary Bell recuper finalmente la libertad. Las autoridades consideraron que ya no representaba un riesgo para la sociedad. La exconvicta pas por varios trabajos en sus primeros tiempos, incluso en un comedor escolar. Mientras trataba de rehacer su vida, luch en la justicia para que los medios respetaran su anonimato, sin el cual la gente no la dejaba en paz.
En 1984 Mary Bell fue mam. Y en 1998, cuando sali el libro de Gitta Sereny, Cries Unheard, The Story of Mary Bell («Llantos ignorados, la historia de Mary Bell») todo se volvi a complicar. La sociedad se indign al enterarse que la escritora habra pagado por el testimonio de Bell la suma de 50.000 libras (alrededor de 200.000 dlares a valores actuales).
Les pareca indecente que la mujer recibiera dinero por el relato de sus atroces crmenes. Entonces, un polica ech a correr la informacin de la identidad oculta y el domicilio de la mujer y su hija, y ambas tuvieron que huir del pueblo en el que vivan. Adems, la hija adolescente de Mary Bell se enter, gracias a este escndalo, de los crmenes que haba cometido su madre.
Anonimato de por vida
Entre las personas ms furiosas por la libertad de Mary Bell se encontraban los familiares de los nios asesinados que, como era de esperar, jams olvidaron los crmenes de su pequea vecina.
June Richardson, la mam de Martin Brown escribi entonces al ministro del Interior del Reino Unido para instarlo a suspender el pago que recibi la mujer por su libro. Segn lo que consigna The Guardian, la carta fue firmada tambin por Eileen Corrigan, la mam de Brian Howe, el otro nio asesinado por Mary Bell.
En mayo de 2003, la exnia asesina logr que el Tribunal Supremo britnico le renovara su derecho a preservar su intimidad -que haba concluido cuando su hija cumpli 18 aos-. Esta vez, solicit que su anonimato y el de su familia fuera de por vida. Y lo logr. Actualmente, se conoce como «la orden Mary Bell» a la norma que permite preservar oculta la identidad de expresidiarios.
Lo ltimo que trascendi de Mary Bell, segn el diario britnico Daily Mail, es que, en 2009, y a los 51 aos, se convirti en abuela. En la ocasin, la madre de Martin -que morira en 2013- volvi a dar su opinin. Y fue contundente: «Un nio es una bendicin. Ella tom mi bendicin y me dej con un dolor que me dur el resto de la vida. Espero que cuando ella mire a su nieto recuerde a los dos que asesin».